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02 octubre, 2006

Lo siento.... te amo.

Asunto: Lo siento.... te amo.
Para: Miccael Sais miccaelsais@earthcontact.net
 
Namaste querido Miccael
 
Me ha llegado este mensaje y me parece muy interesante, no se si tu has escuchado hablar sobre ello;   .... lo comparto como parte de esas experiencias que nos toca de alguna forma "ver o sentir".
 
Saludos y un abrazo con amor y luz.
Chely


       HO'OPONOPONO - por Joe Vitale

  Hace dos años, escuché hablar de un terapeuta en Hawaii quien curó
un pabellón completo de pacientes criminales insanos sin siquiera
ver a ninguno de ellos.
  El psicólogo estudiaba la ficha del recluso y luego miraba dentro
de sí  mismo para ver cómo él había creado la enfermedad de esa
persona.
  En la medida en que él mejoraba, el paciente se mejoraba.
  La primera vez que escuché hablar de esta historia, pensé que era
una leyenda urbana.
  ¿Cómo podía cualquiera curar a otro con sólo curarse a sí mismo?
   ¿Cómo podía aunque fuera el maestro de mayor poder de auto
curación curar a alguien criminalmente insano?
   No tenía ningún sentido, no era lógico, de modo que descarté esta
historia.
   Sin embargo, la escuché nuevamente un año después. Escuché que el
terapeuta había usado un proceso de sanación Hawaiano
llamado "oponopono".
   Nunca había oído hablar de ello sin embargo no podía sacarlo de
mi mente.
   Si la historia era totalmente cierta, yo tenía que saber más.
   Siempre había entendido que "total responsabilidad" significaba
que yo soy responsable de lo que pienso y hago.  Lo que esté más
allá, está fuera de mis manos.
   Pienso que la mayor parte de la gente piensa igual sobre la
responsabilidad.
   Somos responsables de lo que hacemos, no de lo que los otros
hacen, pero eso está equivocado.
   El terapeuta hawaiano que sanó a esas personas mentalmente
enfermas me enseñaría una nueva perspectiva avanzada sobre lo que es
la total responsabilidad.
   Su nombre es Dr. Ihaleakala Hew Len. Probablemente hayamos pasado
una hora hablando en nuestra primera conversación telefónica.
   Le pedí que me contara la historia total de su trabajo como
terapeuta.
   Él explicó que había trabajado en el Hospital Estatal de Hawai
durante cuatro años.
   El pabellón donde encerraban a los locos criminales era peligroso.
   Por regla general los psicólogos renunciaban al mes de trabajar
allí. La mayor parte de los miembros del personal de allí, caían
enfermos o  simplemente renunciaban.
   La gente que atravesaba ese pabellón simplemente caminaba con sus
espaldas contra la pared, temerosos de ser atacados por sus
pacientes.
   No era un lugar placentero para vivir, ni para trabajar ni para
visitar.
   El Dr. Len me dijo que el nunca vio a los pacientes. Firmó un
acuerdo de tener una oficina y revisar sus legajos.
   Mientras miraba esos legajos, el trabajaría sobre sí mismo.
   Mientras él trabajaba sobre sí mismo, los pacientes comenzaban a
curarse.
   "Luego de unos pocos meses, a los pacientes que debían estar
encadenados se les permitía caminar libremente" me dijo.
   "Otros que tenían que estar fuertemente medicados, comenzaban a
mermar su medicación. Y aquellos que no tenían jamás, ninguna
posibilidad de ser liberados, fueron dados de alta".
   Yo estaba asombrado.
   "No solamente eso" continuó, "sino que el personal comenzó a
gozar yendo a trabajar."  "El ausentismo y los cambios de personal
desaparecieron. Terminamos con mas personal del que necesitábamos
porque los pacientes eran liberados y todo el personal venía a
trabajar. Hoy ese pabellón está cerrado."

   Aquí es donde yo tuve que hacer la pregunta del millón de dólares:
   "¿Qué estuvo haciendo usted con usted mismo que ocasionó que esas
personas cambiaran?"
   "Yo simplemente estaba sanando la parte de mi que los había
creado a ellos", dijo él.
   Yo no entendí.   El Dr. Len explicó que entendía que la total
responsabilidad de tu vida implica a todo lo que está en tu vida,
simplemente porque está en tu vida, y por ello es tu
responsabilidad. En un sentido literal, todo el mundo es tu creación.
   ¡Guau! Esto es duro de tragar. Ser responsable por lo que yo hago
o digo es una cosa. Ser responsable por lo que cualquiera que este
en mi vida hace o dice es otra muy distinta.
   Sin embargo la verdad es ésta: si asumes completa responsabilidad
por tu vida, entonces todo lo que ves, escuchas, saboreas, tocas o
experimentas de cualquier forma es tu responsabilidad porque está en
tu vida.
   Esto significa que la actividad terrorista, el presidente, la
economía o cualquier cosa que experimentas y no te gusta, esta allí
para que tu la sanes.
   Ello no existe, por decirlo así, excepto como proyecciones que
salen de tu interior.
   El problema no está con ellos, esta en ti, y para cambiarlo,
debes cambiar tú.
   Sé que esto es difícil de captar, mucho menos de aceptar o de
vivirlo realmente.
   Achacar a otro la culpa es mucho más fácil que asumir la total
responsabilidad, pero mientras hablaba con el Dr. Len, comencé a
comprender esa sanación de él y que el ho'oponopono significa amarte
a ti mismo.
   Si deseas mejorar tu vida, debes sanar tu vida. Si deseas curar a
cualquiera, aun a un criminal mentalmente enfermo, lo haces
curándote tú mismo.
   Le pregunté al Dr. Len como se curaba a sí mismo. Qué era lo que
él hacía exactamente cuando miraba los legajos de esos pacientes.
   "Yo simplemente permanecía diciendo 'Lo siento' y 'Te amo', una y
otra vez" explico él.
   "¿Sólo eso?"
   "Sólo eso."
  "Resulta que amarte a ti mismo es la mejor forma de mejorarte a ti
mismo, y mientras tú te mejoras a ti mismo, mejoras tu mundo"
   Permíteme darte un rápido ejemplo de como funciona esto: un día,
alguien me envía un e-mail que me desequilibra.
   En el pasado lo hubiera manejado trabajando sobre mis aspectos
emocionales tórridos o tratando de razonar con la persona que envió
ese mensaje detestable.
   Esta vez yo decidí probar el método el Dr. Len .
   Me puse a pronunciar silenciosamente "lo siento" y "te amo".
   No lo decía a nadie en particular. Simplemente estaba invocando
el espíritu del amor para sanar, dentro de mí lo que estaba creando
la circunstancia externa.
   En el término de una hora recibí un e-mail de la misma persona. 
Se disculpaba por su mensaje previo.
   Ten en cuenta que yo no realice ninguna acción externa para
lograr esa disculpa. Yo ni siquiera conteste su mensaje.
   Sin embargo, solo diciendo "te amo", de algún modo sané dentro de
mí lo que estaba creando en él.
   Más tarde asistí a un taller de ho'oponopono dirigido por el Dr.
Len.
   El tiene ahora 70 años de edad, es considerado un chamán abuelo y
es algo solitario.
   Él alabo mi libro "El Factor Atractivo". Me dijo que mientras yo
me mejoro a mi mismo, la vibración de mi libro aumentará y todos lo
sentirán cuando lo lean. En resumen, a medida que yo me mejoro, mis
lectores mejorarán.
    "¿Y qué pasará con los libros que ya he vendido y han salido de
mí?" pregunté.
    "Ellos no han salido" explico él, una vez mas soplando mi mente
con su sabiduría mística.
   "Ellos aún están dentro de ti".
    En resumen, no hay afuera .
    Me llevaría un libro entero explicar esta técnica avanzada con
la profundidad que ella merece.
   "Basta decir que cuando quiera que desees mejorar cualquier cosa
en tu vida, hay sólo un lugar adonde buscar: dentro de ti. Cuando
mires, hazlo con amor".

   ************ **
  
   Éste es uno de esos mensajes que literalmente cambian la vida.
   Hemos oído muchas veces que nosotros creamos nuestra realidad,
que el mundo es un reflejo de quien somos, que todos somos uno, que
todo comienza y termina en ti, etc, etc.
   Pienso que ustedes los conocen a todos. Es otra historia ver
cuánto comprendemos verdaderamente de la esencia de todas esas
afirmaciones. Sin embargo, en mi humilde opinión, la simplicidad del
mensaje en esta historia presiona nuestras teclas y hace caer la
ficha.
   ¡Es tan simple!   A todos y cada uno de ustedes: ¡Lo siento! ¡Te
amo!
  
    Enviado por Gilda M. Tangtam.
   (Traducción de Cecilia Sosa Peñalba )


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