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09 octubre, 2006

Soros: el terror de la Casa Blanca

(Este dossier o expediente informativo sobre el famoso financiero, aunque no tenga fecha reciente, completa la información que adelantamos ayer sobre el duelo de George Soros contra George Bush. A mi juicio, Soros es el aludido como ‘Superman’ en los informes actualizados sobre la Misión de Nesara, aunque también parece estar en el mismo equipo Bill Gates. Su objetivo es completar la entrega de los paquetes bancarios para anunciar cuanto antes primero el cambio de régimen en EE.UU. y luego el cambio mundial del sistema financiero que conducirá al Primer Contacto, a la Segunda Venida y al proceso de Ascensión.)

Soros: el terror de la Casa Blanca

Por Max Lesnik*
14 de abril de 2004

El Presidente de los Estados Unidos George Bush se presentó ante las cámaras de las principales emisoras de televisión del país con la finalidad de exponerle al pueblo norteamericano sus mejores argumentos en favor de «su guerra», la guerra de Irak que en estos momentos está atravesando los peores momentos desde que se iniciara este conflicto militar, que son muchos ya que lo comparan con la guerra de Viet-Nam.

El Presidente dijo que no. Que Irak no era igual que Viet-Nam y que Estados Unidos continuaría allí, en Irak, para finalizar el trabajo que habían comenzado los hombres que han caído en el campo de batalla frente a los insurgentes musulmanes iraquíes que se enfrentan en su país a la ocupación militar norteamericana. Se refería el Presidente a los cientos de soldados norteamericanos muertos en esta guerra, que aunque el Presidente Bush afirme que no tiene paralelo con Viet-Nam, los hechos le contradicen cada vez que se reporta que otro soldado de Estados Unidos ha muerto en el campo de batalla.

Estamos en tiempos de elecciones y por supuesto que el Presidente tiene que estar muy preocupado porque según las más recientes encuestas de opinión pública, la oposición Demócrata le está ganando terreno. Entre la economía del país que no mejora y la guerra de Irak que cada día empeora, la Casa Blanca no está para caras de buenos amigos. Así fue que vimos anoche al presidente, con cara de profunda preocupación solemne. Y no es para menos.

Se dice que el peor enemigo en política no es precisamente el que está en el campo del adversario. Todo lo contrario. El que pertenece al mismo campo ideológico es a quien más hay que temer porque es el que mina, socava y divide las fuerzas que sirven de soporte a una posición política determinada. Y ese axioma lo mismo es válido para la izquierda que para la derecha.

¿Quién es el fantasma más peligroso que amenaza y persigue al Presidente Bush en su lucha por conservar la presidencia de los Estados Unidos? No es ciertamente el candidato Demócrata John Kerry ni lo es tampoco el terrorista Osama Bin Ladeen. Ni siquiera lo son los insurgentes sunitas o chiítas de Irak. El peligro está en el propio campo ideológico de la derecha norteamericana, divida entre el Presidente Bush y su equipo gobernante y el poderoso financiero multimillonario- muy anti-comunista por cierto- George Soros que le ha creado un frente político tan amplio y profundo que ya son muchos los de la derecha los que dicen que para «salvar» al capitalismo norteamericano hay que cambiar de Presidente.

Soros se ha gasto ya unos trece millones de dólares en campañas publicitarias contra el Presidente Bush y dice que todavía le queda mucho dinero mas para impedir la victoria del Partido Republicano en las próximas elecciones del mes de noviembre. Su argumento principal es que Bush es un extremista de derecha que pone en peligro la democracia americana. Señala Soros en su denuncia, que el Presidente se ha rodeado de un grupo de ideólogos extremistas y fundamentalistas que se han apoderado del Partido Republicano a través de una maquinaria paralela de fundaciones y así es que han capturado el poder.

«Ni estoy loco ni estoy solo», afirma el influyente financista internacional que en una ocasión llevó al desplome a la libra esterlina británica. Soros, en una entrevista que acaba de salir publicada en el diario El País de Madrid declaró que lo que a él mas le inquieta es que en América la gente no está preocupada por la verdad.

¿Tiene razón acaso el millonario Soros? Habrá que esperar para conocer la verdad. Mientras tanto dejemos al Presidente Bush soñando con sus fantasmas.

*Max Lesnik.- Periodista cubano sus notas aparecen en La columna de Max. Residente en Estados Unidos desde hace muchos años. Gran conocedor de las relaciones cubano-estadounidenses, dirige un programa en Radio

http://www.voltairenet.org/article120748.html


El día que Soros se opuso al
fundamentalismo del mercado


Por Milton Boki
16 de septiembre de 2002

El financiero George Soros afirma que la ideología fundamentalista del mercado ha fracasado, lo cual se demuestra en los escándalos y fraudes que se vive con frecuencia en Wall Street.

Este fundamentalismo se basa en dos falacias. La primera, según Soros, es que los mercados están constantemente en equilibrio. La segunda falacia es la tesis del “laissez faire”, según la cual el interés común está mejor servido si el mercado no es regulado y se permite a la gente que persiga sus propios intereses. Para Soros, todos deben de guiarse por el interés propio, pero dentro del marco de una regulación que respete el interés común.

El financiero George Soros ha publicado un artículo titulado ¿Por qué el mercado de acciones no se puede arreglar a sí mismo? en el Último número de la revista de opinión estadounidense de The New Republic. Las reflexiones de Soros merecen ser tenidas en cuenta porque provienen de una persona en la que confluyen une una amplia experiencia de inversión en los mercados financieros con importantes conocimientos de economía política.

La principal conclusión de Soros es que los mercados por, sí solos, no van a ser capaces de resolver la crisis institucional que les afecta en la actualidad. Esta crisis no consiste principalmente en el mercado bursátil bajista de los Últimos dos años, sino en los fraudes contables, la corrupción de algunos altos ejecutivos y la connivencia entre la banca de inversión y los analistas. Para Soros, una nueva regulación de los mercados financieros es vital para revitalizar la confianza de los inversores.

En opinión de Soros, la principal causa de la crisis de credibilidad actual es la ideología del fundamentalismo de mercado. ¿El fundamentalismo de mercado es una ideología falsa y peligrosa? señala Soros. Esta opinión llama la atención ya que proviene de un señor que ha hecho una fortuna precisamente a través de la inversión/especulación en los mercados financieros. En este sentido conviene hacerse las siguientes reflexiones. ¿Hace Soros con esta crítica un ejercicio de sinceridad digna de elogio o se siente culpable de haber aprovechado las oportunidades que le ha dado la falta de regulación de los mercados financieros?

¿Existe el equilibrio de mercado?

Para Soros, el fundamentalismo de mercado es una ideología perjudicial por dos motivos muy distintos. Por una parte, Soros argumenta que esta doctrina se equivoca profundamente en su análisis del funcionamiento de los mercados financieros. ¿Asume que los mercados tienden hacia el equilibrio y así aseguran una asignación Óptima de recursos?.

En opinión de Soros, esta condición no se da y una muestra de ello es el actual desplome bursátil y la aparición de un gran número de irregularidades/fraudes contables en los Últimos meses. Desde aquí conviene observar lo siguiente ¿No es la continua búsqueda de equilibrio precisamente una característica positiva del mercado que, frecuentemente, conlleva movimientos bruscos en la fluctuación de los activos financieros? Un mercado bursátil estable, controlado, rígido, distorsionaría la asignación de recursos ¿No reside precisamente en esa flexibilidad/volatilidad, tanto al alza como a la baja, de las bolsas una de las grandes ventajas del sistema capitalista?

En este sentido, el economista austríaco Joseph Schumpeter elogiaba el fenómeno de ¿creación destructiva? que muchas aventuras empresariales (en los Últimos años, por ejemplo, el descalabro de las compañías de Internet, el exceso de capacidad de fibra Óptica) dan a la evolución de los sistemas capitalistas. Estos ajustes, lejos de colapsar al conjunto del sistema como sí sucedió en el caso de las economías planificadas de Europa del Este, regeneran el sistema, en gran parte, debido al ajuste de los precios de productos de bienes y servicios.

No es lo mismo hacer las reglas que respetarlas


El segundo argumento que Soros cita criticando el fundamentalismo de mercado es el siguiente: ¿Al equiparar el interés privado con el interés público, el fundamentalismo de mercado dota de una calidad moral a la persecución del interés propio?. Soros señala que las consideraciones morales no se expresan en los precios del mercado. Es decir, el mercado es amoral.

El financiero, y ahora pensador, de origen húngaro señala que es importante hacer una distinción entre la facultad de reglamentar (hacer las reglas) y la de respetar las reglas. Añade que ¿como participantes en el mercado, debemos tratar de maximizar nuestro Interés propio, siempre que respetemos las reglas de juego. Pero como creadores de las reglas de juego debemos de guiarnos en el Interés Común?. ¿En una democracia todos hacemos las reglas?, añade. Soros afirma que con la tesis de que el interés común está mejor servido permitiendo a la gente que persiga sus intereses propios, los fundamentalistas de mercado han eliminado esta distinción.

El resultado de la eliminación de esta distinción es que no hay una competición (y un mercado) perfectos, sino un capitalismo de amiguetes (véanse los ejemplos de Enron y la complicidad entre Worldcom y algunos analistas de Citigroup), en el cual los ricos y poderosos se sienten moralmente justificados y disfrutan su privilegiada posición?.

El argumento de Soros es sólido. Pero, como Él mismo reconoce, conviene recordar que también el mecanismo de coordinación del Gobierno-Estado puede fallar. Uno de los problemas reside en que cada ciudadano tiene su propia definición de lo que es el bien común.

En parte, el voto democrático sirve para expresar esas definiciones de los ciudadanos pero, lamentablemente, en la mayoría de los casos los resultados electorales otorgan mandatos muy ambiguos. Por ello, desde aquí me permito afirmar que la regulación no debe de fijarse un objetivo de distribución (un cierto resultado en las transacciones de mercado), sino hacer hincapié en la transparencia (igualdad de distribución en la información, simplicidad en los estados contables de las empresas) para facilitar los mecanismos de mercado y en el abaratamiento de los costes de transacción (sistemas de contratación eficientes).

http://www.finanzas.com/id.4446185/noticias/noticia.htm


George Soros, especulador y filántropo

Por la Red Voltaire
3 de febrero de 2004

Arquetipo del especulador y profeta del «post-capitalismo», el financiero y filósofo George Soros es adulado y temido al mismo tiempo. Responsable de diversos «krachs de la Bolsa de valores» y mecenas en alrededor de cincuenta países. Posee en la actualidad una fortuna estimada en 7 mil millones de dólares. Se declaró dispuesto a financiar las campañas para impedir la reelección de George W. Bush a pesar que él mismo salvó a Junior de la quiebra en 1990 y continua trabajando con el padre de éste en el poderoso grupo financiero Carlyle Group. Igualmente activo en numerosos cambios de gobiernos, se le acusa de ser la tapadera de la CIA.

Comprometiéndose públicamente en la campaña electoral presidencial estadounidense para impedir que George W. Bush sea reelegido nuevamente, el multimillonario George Soros ha desencadenado una tormenta en Washington. Esta decisión personal ha hecho ganar al famoso especulador la simpatía de todas esas personas en el mundo que temen que Bush vuelva a ser reelegido presidente de los EE.UU.

George Soros nació en Hungría en 1930, emigra en 1947 a Inglaterra a raíz de la Segunda Guerra Mundial. En este país conoce al filósofo anticomunista Karl Popper, deviene su discípulo y se identificará en adelante con las ideas de este pensador. En 1956 parte para los Estados Unidos y crea los «primeros fondos de recubrimiento» destinados a satisfacer las demandas de las grandes fortunas empresariales. A partir de 1969, su principal sociedad, el Quantum Fund (con domicilio en los paraísos fiscales de las antillas holandesas y más tarde en Curazao), le asegura como media un beneficio de ingreso de 34,5 % de las inversiones por año.

El hombre que derrumbó el Banco de Inglaterra

George Soros nunca ha generado riqueza, pero si se ha enriquecido gracias a su actividad en la bolsa de valores. Con sus siete mil millones de dólares, su patrimonio equivaldría a la 28 ava fortuna más importante de los Estados Unidos, según una clasificación hecha en el año 2003 por la revista Forbes. Apodado «El hombre que derrumbó el Banco de Inglaterra», después de lanzar una operación sobre la libra esterlina (moneda nacional británica) en septiembre 1992, operación de bolsa que le hizo ganar en un pestañar de ojos, mil millones de dólares, esto al costo y en perjuicio del contribuyente del Reino Unido. Soros ha llegado a ser el paradigma del especulador. A pesar que también conoció fuertes pérdidas en la caída de la Bolsa en 1987, en la crisis de Rusia en 1998 y en la implosión de las especulaciones de bolsa sobre Internet, Soros ha sido el gran beneficiario de las crisis económica asiática que afectó sobre todo a Tailandia, Corea e Indonesia a partir de los años 1997.

Presidente y director a cargo de una multitud de asociaciones a las cuales él habría dedicado más de 300 millones de dólares, Soros sería uno de los más grandes filántropos de estos tiempos modernos. Su principal fundación, la Open Society Institute, toma nombre del proyecto filosófico de su maestro Karl Popper: construir sociedades abiertas, esto quiere decir que conscientes de sus imperfecciones y capaces de progresar, para generar un mundo mejor. Sus principales programas tienden a la defensa de los derechos humanos, a la lucha contra la toxico-dependencia, a la formación de dirigentes políticos y, al desarrollo de la libertad de información. Estos objetivos de consenso, incluyen campañas controvertidas en defensa de los derechos de los homosexuales, la despenalización de las drogas y la instauración de programas de substitución para los toxicómanos. Esta actividad caritativa y progresista ha logrado y contribuido de manera muy sabia, a quitarle esa imagen de predador financiero.

Sin embargo, desde hace muchos años, múltiples voces han sugerido que su acción filantrópica es una falsa fachada además de ser una cobertura para las intervenciones de la CIA y del Estado de Israel en el mundo y su fortuna se debe más al delito financiero que a los dedos mágicos del «Rey Midas». [1] Al principio el Quantum Fund era administrado por representantes de Lord Jacob Rothschild (actual apoderado de Mijaíl Khodorkovsky), de Sir James Goldsmith (que fue diputado europeo) y de Edmond Safra (principal negociante de armas de Israel).

Miembro del Carlyle Group

El diario estadounidense The Nation reveló recientemente que fue George Soros, por intermedio de las sociedades Harken Energy y Spectrum 7, quien salvó en 1990 a George W. Bush de la bancarrota eliminando y absorbiendo sus deudas. Cuando Soros fue interrogado en este asunto por el diario, declaró que actuó así para comprarse una «influencia política» (sic) [2]

De la misma manera que su amigo Khodorkovsky, George Soros entró al Carlyle Group cuando esta empresa llegó a ser el «refugio financiero» de muchos responsables de la ex-administración Bush padre, en 1992. Actualmente dicha compañía es la más importante sociedad administradora de fortuna (cartera financiera) en el mundo. Se ocupa de administrar los patrimonios millonarios de las familias Bush y Bin Laden por intermedio de las sociedades que controla. El Carlyle Group es el 11 avo proveedor del Pentágono.

El 20 de diciembre 2002, George Soros fue condenando a 2,2 millones de dólares de multa por el Tribunal Correccional de París por delito financiero, cuando éste intentó un ataque en la Bolsa contra la Sociedad General, una empresa francesa.

Human Rights Watch y el International Crisis Group

A parte del Open Society Institute (OSI), que está presente en alrededor de cincuenta países, George Soros ha creado o financia diversas asociaciones y fundaciones de mucha importancia y prestigio, como Human Rights Watch y International Crisis Group.

Human Rights Watch (HRW) fue una de las organizaciones humanitarias que más pruebas y documentos presentó sobre los crímenes atribuidos a Slobodan Milosevic, justificando de esta manera la intervención de la OTAN contra Serbia. Una gran parte de las acusaciones de esta asociación no han podido ser confirmadas hasta hoy día por el Tribunal Penal Internacional para la Ex-Yugoslavia.

El International Crisis Group (ICG) fue creado en 1994 como una organización diplomática no-gubernamental (ONG), bajo la presidencia del senador demócrata estadounidense George Mitchell (que dio más tarde su nombre al informe sobre la cuestión israelí-palestino). Al principio funcionando activamente en Burundi, en Nigeria y Sierra Leona (países africanos), el ICG se fue acercando de la OTAN respecto de la crisis yugoslava. Actualmente es presidido por Martti Ahtisaari, el antiguo presidente finlandés que fingió negociar con Milosevic para impedir la guerra. Su consejo de administración reúne a la crema y nata de personalidades atlantistas. A su lado figuran antiguos consejeros nacionales de seguridad como Richard Allen y Zbigniew Brzezinski, encontramos al príncipe kowetí Saud Nasir Al-Sabah, la antigua procuradora del Tribunal Penal Internacional para la Ex-Yugoslavia, Louise Arbour, o el antiguo comandante supremo de la OTAN durante la Guerra de Yugoslavia, el general Wesley Clark. Encontramos también algunos vínculos financieros como el ex-presidente filipino Fidel Ramos o el oligarca ruso Mijaíl Khodorkovsky, todos miembros del Carlyle Group. Hacen parte también personalidades francesas: Simone Veil, presidenta del memorial de la Shoah, y la periodista Christine Ockrent, esposa del ex-gobernador del Kosovo, Bernard Kouchner.

En 2001, George Soros creó la Democracy Coalition Project (DCP) encargada de animar el forum no-gubernamental al margen de las cumbres de la Comunidad de Democracias organizado por le Departamento de Estado de los EE.UU.

Entre los autores de su agencia aparecen las más importantes cabezas economistas neo-liberales. También ha creado un Network Media Program que ha comprado los archivos de Radio Free Europe (uno de los antiguos dirigentes, Herbert Okun, hace parte de la gerencia administrativa del OSI), la estación de radio de la CIA durante la Guerra Fría. Igualmente ha subvencionado numerosos medios de comunicación «independientes», como la radio B92 durante la Guerra de Yugoslavia y hoy en día diarios «libres» en Irak. Controla Project Syndicate, una agencia de difusión de artículos editoriales de personalidades políticas en 181 cotidianos internacionales. Entre estos autores se encuentran la mayor parte de los administradores de la ICG, la crema y nata de los economistas neo-liberales. [3]

Argumenta la manipulación de las víctimas del 11 de septiembre

En septiembre 2001, poco después de los atentados, George Soros participó a un grupo de trabajo del Council on Foreign Relations, le club del establishment washingtoniano, sobre el rol que debe jugar la propaganda en la guerra al terrorismo. Los trabajos estaban presididos por el embajador Richard C. Holbrooke, quien jugó un rol importante en el desencadenamiento del ataque a Yugoslavia y cuya esposa, Kati Marton, es administradora de la OSI. Las conclusiones reunidas ahí fueron dirigidas al presidente Bush para que las use y termine de convencer al resto del mundo del bien fundado de la política extranjera de los EE.UU. repitiendo y machacando en permanencia sobre los atentados del 11 de septiembre, manipulando las víctimas civiles que ocasionaron estos, para suscitar la compasión. Insiste para que los gobiernos extranjeros sean no solamente invitados a condenar los atentados, pero para que aprueben su razonamiento que conduce a una guerra al terrorismo. Aconseja además, de desarrollar una presencia mediática en el mundo, apoyando la inclusión de suplementos del diario New York Times en los grandes cotidianos amigos.

Rusia expulsó la Open Society Intitute a finales del 2003

En el transcurso de los últimos años, George Soros jugó un importante papel en el cambio de gobiernos, sobre todo en Europa central y oriental. Él fue particularmente activo en Polonia donde era al mismo tiempo amigo del general Jaruselski y del principal mecenas oficial del sindicato Solidarnoc (Solidaridad), el polaco Bronislaw Geremek, al cual encontramos hoy en día en el consejo de administración del ICG. Muy activo también en Hungría, su patria de origen.

Es muy probable que haya participado a los preparativos de la «Revolución de Terciopelo» que acontecieron en República checa, acción que llevó a Vaclav Havel al poder. Repitió el modelo en Serbia para derrocar a Slobodan Milosevic y recientemente en Georgia contra Edouard Shevarnardze. A cada vez, se ha servido y apoyado sobre organizaciones de jóvenes de tipo Otpor. Se le acusa de fomentar disturbios populares idénticos en Ucrania y en Bielorrusia. Para poner fin a su injerencia en Rusia, las autoridades se han aprovechado de un pretexto de un alquiler no pagado para expulsar la Open Society Institute algunos días después que fue arrestado Mijaíl Khodorkovsky que las autoridades sospechaban de complotar.

¿Qué es lo que hace moverse a George Soros?

Teniendo en cuenta las múltiples facetas del hombre que «hizo derrumbar el Banco de Inglaterra», es difícil de comprender porqué él ha escogido de invertir 12 millones de dólares actualmente para oponerse a la reelección de George W. Bush como presidente. En un interesante artículo del diario New Statesman [4], el periodista Neil Clark asegura que el presidente y el multimillonario, que han durante mucho tiempo colaborado y colaboran aun hoy en día, son los dos partidarios de un Imperio neo-liberal pero se oponen en cuanto a la manera de cómo llevar y desarrollar esto. George Soros, que pone su empeño desde hace años para darle un aspecto humano al capitalismo financiero, considera que la brutalidad de George W. Bush pone en peligro la aceptación del sistema por los pueblos. Otros insinúan que la campaña de Soros está destinada al fracaso y que sirve únicamente a crear una falsa ilusión, la ilusión que existe un debate democrático en los Estados Unidos.

En 2002, George Soros declaraba: «En la antigua Roma, sólo los romanos votaban. Bajo el capitalismo mundial moderno, sólo los estadounidenses votan. Los brasileños, ellos, no votan». [5] Ya ve Usted el futuro programa, las cosas se van a poner buenas...

[1] Personaje místico, el rey Midas transformaba en oro todo lo que tocaba.

[2] Cf. Bush and billionaire : How insider capitalism benefited W. par David Corn, The Nation del 17 julio del 2002.

[3] Para la Francia, los economistas Michel Camdessus, Daniel Cohen, Jean-Paul Fitoussi, Jean-Pierre Lehmann, Jean Pisani-Ferry; y los politógolos como François Heisbourg, Pierre Nora o Jacques Rupnik.

[4] Cf. George Soros, NS Profile par Neil Clark, in New Statesman, 2 de junio del 2003.

[5] Declaración pública de George Soros durante el Forum Social de Porto Alegre, Brasil.

http://www.voltairenet.org/article120635.html


George Soros alienta
un proyecto mundial


Por Gaston Pardo* y Juan Ramón Jiménez*
7 de febrero de 2004

Un proyecto político de reordenamiento mundial se lleva a cabo en paralelo con los cambios que promueve el megaespeculador George Soros. Los operadores del proyecto son antiguos militantes comunistas. Una verdadera cultura que desprecia los valores democráticos del planeta va creciendo.

El reciente derrocamiento del presidente de Georgia, Eduard Shevardnadze, ha llevado de nuevo a las primeras páginas al financiero multimillonario George Soros, como instigador de los acontecimientos en ese antiguo integrante de la desaparecida URSS. De inmediato han comenzado a circular comentarios de que el Open Society Institute, la fundación filantrópica establecida por George Soros, ha sido uno de los principales proyectistas del cambio de poder en la antigua república soviética.

En una entrevista concedida al periódico italiano La Stampa el 3 de diciembre último, Shevardnadze mismo acusó a Soros de estar detrás de su caída del poder.

De hecho, el Open Society Institute ha financiado los viajes de activistas políticos georgianos para aprender la experiencia del movimiento Otpor, que ayudó a derribar al dictador serbio Slobodan Milosevic. Según un reportaje del 26 de noviembre en el periódico canadiense Globe and Mail, la organización de jóvenes Kmara también recibió 500.000 dólares de la fundación en abril pasado, y simultáneamente comenzó una campaña de posters y graffiti atacando la corrupción del gobierno.

En el verano pasado, la fundación pagó los viajes a Georgia de activistas de Otpor, que impartieron cursos a más de 1.000 estudiantes sobre cómo llevar a cabo una revolución pacífica. La página Zenit.org documenta el fenómeno.

La fundación de Soros también financiaba una estación de Televisión popular, de la oposición que, según Globe and Mail, fue crucial para provocar la caída del poder de Shevardnadze. El mismo Soros, informaba el artículo, «mantiene una cálida relación con Mikhail Saakashvili», un abogado educado en Nueva York que desde entonces resultaba ser el favorito para las elecciones de enero de 2004.

Soros también se ha fijado como fin el ver a otro presidente fuera de su despacho: George Bush. «Es un objetivo central de mi vida», afirmaba Soros en un reportaje del 11 de noviembre del Washington Post. El financiero declaraba que ver a Bush derrotado en las próximas elecciones presidenciales es «una cuestión de vida o muerte».

El artículo se publicó después de que Soros anunciara una donación de 5 millones de dólares a MoveOn.org, una organización de activistas liberales. Esto elevó a 15,5 millones de dólares el total de sus contribuciones a la organización. Su interés en la política doméstica de Estados Unidos es reciente. Según el Washington Post, Soros aportó sólo 122.000 dólares, la mayoría para la causa de los candidatos demócratas en las elecciones del 2000.

Generosas donaciones

El Open Society Institute es, según las palabras de su informe anual para el 2002, «el marco de la red de fundaciones Soros, un grupo de fundaciones y organizaciones autónomas en más de 50 países». Según el reportaje, Soros fundó el Open Society Institute en 1993 para apoyar a sus fundaciones en Europa Central y del Este y en la ex Unión Soviética. En los últimos años, la red se ha expandido alcanzando África, Latinoamérica y el Caribe, Mongolia, el Sureste de Asia, Turquía y Estados Unidos.

En el pasado, la financiación por parte de Soros de iniciativas sociales radicales suscitaba interrogantes. Los números de febrero y abril del boletín del Capital Research Center, Foundation Watch, presentaban un resumen de esta financiación. Según la organización con sede en Washington, D.C., el Open Society Institute «es prodiga en donaciones a organizaciones y activistas políticas liberales de la Izquierda radical».

Basándose en los informes anuales de la fundación, el Capital Research Center detectó algunas donaciones en particular. Muchas de ellas implican a organizaciones y activistas políticos. Pero otros campos de interés incluyen la anticoncepción, el aborto y el feminismo.

De 1998 al 2003, el Open Society Institute destinó al menos 150 donaciones, valoradas en 31 millones de dólares, a programas a favor del aborto. Los principales beneficiarios incluyen a Planned Parenthood, que recibió casi un millón de dólares en el 2001. La National Abortion and Reproductive Rights Action League, ahora llamada NARAL Pro-Choice America, recibió 700.000 dólares para un programa de anuncios de televisión. Por su parte, el Center for Reproductive Law and Policy recibió 1,5 millones de dólares.

Otro campo de interés es la legalización de las drogas. Soros dio 4 millones de dólares durante los cinco años siguientes a 1994 al Lindesmith Center, descrito por la Foundation Watch como «un grupo de interés en la legalización de la marihuana». Hace tres años el Lindesmith Center se unió con otro organismo financiado por Soros, la Drug Policy Foundation, para formar la Drug Policy Alliance. En el 2000 el Open Society Institute dio cerca de 3,5 millones de dólares este último.

En los últimos años, Soros financió iniciativas de legalización de la marihuana en Arizona y California que fracasaron. Y otras organizaciones dedicadas a fomentar la relajación por el consumo de drogas, como Drug Strategies y la American Civil Liberties Union, han recibido donaciones multimillonarias.

La eutanasia es otro proyecto de Soros. Empezando en 1994, el Open Society Institute ayudó a financiar las actividades del Project on Death in America. En el 2000 la fundación concedió a la organización un donativo de 15 millones de dólares durante tres años. Según el Capital Research Center, «la meta de Soros es transformar las actitudes de los norteamericanos de cara a la muerte mediante la modificación previa de actitudes respecto del suicidio médico asistido». En el 2000 la fundación de Soros también financió el Death with Dignity National Center, con una suma de 100.000 dólares, y al Oregon Death with Dignity Legal Defense and Education Center, que recibió 75.000 dólares.

Este activismo continuó incansable en el 2003, según el informe anual de la fundación que presenta su página web. En total, los gastos de la red de fundaciones de Soros totalizaron 474 millones de dólares el año pasado. Algunas de las financiaciones emanaron de los ingresos directos de George Soros, mientras que otras derivaron de las entidades benéficas establecidas por la familia del especulador. Del total, sólo unos 90 millones de dólares fueron destinados a programas dentro de Estados Unidos.

En términos de sus actividades políticas en el extranjero, el Open Society Institute en su informe anual decía que «se haya implicada en actividades discretas limitadas en algunos de los más cerrados países de la tierra». La información sobre lo que esto pueda significar no está clara. «No proporcionamos información sobre estas actividades porque comprometería la seguridad de los sujetos con los que trabajamos», establece el informe. En cuanto a la actividad de la fundación en Georgia en el 2002, el informe establece que su financiación sumó los 5,3 millones de dólares.

El gasto en programas de salud reproductiva, implicando en muchos casos la promoción de la anticoncepción y el aborto, alcanzó en Estados Unidos en el 2002 los 5,5 millones de dólares. La actividad en esta área también es prioritaria en el extranjero, observa el informe. El documento lamenta los éxitos pro vida en países como Croacia, Letonia, Lituania y Eslovaquia. Como reacción a esto, el informe observaba que «en el 2002, se proporcionó financiación para consolidar la capacidad de defensa local y regional, especialmente en los países de la región donde se está minando el derecho al aborto».

Cambio de intereses

El reciente activismo político de la fundación es parte de una estrategia mayor de cambio en las prioridades de financiación del Open Society Institute. Un artículo en The Chronicle of Philanthropy, publicado el 27 de junio del 2002, informaba de una carta de Soros a los líderes benéficos que subrayaba sus planes de cambiar sus donaciones hacia temas de defensa y de la globalidad.

Los extractos de la carta publicada en el Chronicle of Philanthropy detallaban el papel de la fundación en los últimos años al ayudar en el periodo de transición en la antigua Unión Soviética. Ahora, afirmaba Soros, «nuestra nueva meta es fortalecer una sociedad global abierta».

Esto significa un cambio en la organización de la fundación. Según Soros: «Tiene que ser global en su alcance y tiene que ser capaz de tener impacto en cómo los gobiernos y las instituciones internacionales se conducen a sí mismos».

Según el Chronicle, Soros ha dado más de 3.800 millones de dólares desde 1982. Ahora planea reducir el gasto anual actual, de alrededor de 430 millones de dólares hasta cerca de 300 millones, para prolongar el periodo de vida de la fundación. El cambio también refleja una caída en los fondos de la fundación debido a la caída en los mercados financieros.

Dentro de Estados Unidos, el gasto de la fundación se concentrará en un tema: la justicia. Los programas financiados hasta ahora, como la política de drogas, eutanasia, aborto y anticoncepción serán eliminados gradualmente. Dado su historial, los observadores prestarán atención en los renglones donde Soros destina sus millones.

Gaston Pardo.- Periodista mexicano. Es coresponsal de la Red Voltaire en México.

Juan Ramón Jiménez.- El autor es economista, periodista, académico y candidato ciudadano al gobierno de Coahuila. Investigador del crimen organizado en México.

http://www.voltairenet.org/article120622.html
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George Soros contra George Bush


Viernes 6 de octubre de 2006

Teresa Bouza. Washington (Diario de Mallorca).- George Soros, el multimillonario de origen húngaro que un “miércoles negro” de 1992 tumbó nada menos que al Banco de Inglaterra, quiere ahora derrocar al hombre más poderoso del planeta y a aquellos que comparten su "peligrosa" ideología. A diferencia de muchas de las oscuras maniobras especulativas con las que amasó una inmensa fortuna, ésta no es una operación secreta.

"El mundo avanza en la dirección equivocada y estoy muy preocupado con el futuro de la civilización", dijo esta semana en una conferencia ante la Organización de Estados Americanos (OEA).

Una de las muestras más palpables de ese desatinado rumbo es "la guerra antiterrorista de la administración Bush", destacó el magnate y filántropo, que publicó en junio su noveno libro: “La Era de la Falibilidad: Las Consecuencias de la Guerra contra el Terrorismo”.

El inversor de 76 años de origen judío, que sobrevivió al Holocausto y presenció el nacimiento del comunismo en su Hungría natal antes de partir rumbo a Londres en 1947, contempla con desasosiego desde hace ya algún tiempo la "supremacía ideológica" del presidente de EE.UU., George W. Bush, y sus seguidores republicanos.

Esa ideología se opone, según su libro ´La Burbuja de la Supremacía Estadounidense´ (2004), a los principios de una sociedad abierta, que se caracteriza por reconocer que la gente tiene puntos de vista distintos y que nadie está en posesión de la verdad suprema.

El magnate, cuya fortuna se estima próxima a los 11.000 millones de dólares, mantiene que los integrantes de la "supremacía ideológica" creen que EE.UU. sabe mejor lo que hay hacer y piensa la verdad está de su parte.

Cita a menudo como prueba de ello la primera frase de la Estrategia de Seguridad Nacional hecha pública por Bush en septiembre del 2002. "Las grandes luchas del siglo XX entre la libertad y el totalitarismo (...) se saldaron con un único modelo sostenible para el éxito nacional: la libertad, el desarrollo y la libre empresa", sostiene el citado documento.

De ahí que el expulsar a los republicanos de la Casa Blanca se haya convertido en "el objetivo central de su vida" y en una "cuestión de vida o muerte". Para lograr ese fin, Soros no ha dudado en recurrir -aunque con poco éxito- a sus propias arcas. Según sus cálculos, gastó la friolera de 27,5 millones de dólares en las elecciones presidenciales del 2004 en un intento por ayudar a la oposición demócrata a hacerse con el poder. Su generosidad no logró el resultado deseado, pero Soros no se da por vencido.

http://www.diariodemallorca.es/secciones/noticia.jsp?pNumEjemplar=1312&pIdSeccionfiltered=13&pIdNoticia=214787

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